martes, 15 de septiembre de 2009

Las Devas y la construcción del Jardín

Desde mi constatación de la existencia de Devas y Espíritus de la naturaleza, en cada paso que he dado en el jardín, he tratado siempre de tener en cuenta su presencia, su trabajo y su sabiduría. Dejadme que os cuente otra pequeña historia que sucedió a principios de este año en el Jardín.

El jardín posee una pequeña cueva en la que caben sentadas unas 20 personas, pero un enorme árbol, un almez más concretamente, crece grande en una fisura entre las rocas del techo de la cueva. Cuanto más crece el árbol más empujan sus raíces y más inestable deviene el espacio, con peligro de derrumbamiento. Ante este inconveniente cuando entramos en la cueva lo hacemos con gran precaución y presteza, sin la tranquilidad necesaria para una buena meditación.

A inicios de este año (2009) pedí a la Deva Supervisora del Jardí si podia hacer algo al respecto, pues queríamos usar la cueva como centro de meditación y contacto con la Tierra, pero al mismo tiempo no quería cortar un arbol tan viejo por el respeto que me merecía. Una semana después unos vientos huracanados azotaron Catalunya (nunca antes, se acordaba la gente mayor, había habido semejante vendaval). En nuestra zona los vientos depasaron los 150-170 km/h, en otros lugares soplaron por encima de los 200 km/h. Las pesadas tejas de barro cocido volaron y hasta se provocó algún incendio forestal por la caída de tendidos electricos sobre arboles.

Pero mi sorpresa fue al llegar al Jardín, el enorme almez sobre la cueva había sido cortado de cuajo, y en su derrumbe había tumbado 3 árboles más, dejando un claro por el que la luz penetraba directamente enfocando la entrada de la cueva.

Habíamos planteado un proyecto para la cueva del jardín y las devas vieron el modo en el que realizarlo, con el mínimo sufrimiento posible para el árbol ya que este fue arrancado de golpe, sin hachas, ni sierras, ni sudor, ni lágrimas. El sacrificio del Almez para un bien mayor permitirá que a fines de este mes los técnicos puedan afianzar el techo de la cueva y la podamos habilitar a las visitas y las meditaciones. Que así sea !


Jordi

1 comentario:

  1. Hola Jordi, me encanta tu idea de ir contándonos a todos tus experiencias dévicas en el Jardí de les essencies, de esta manera los que vivimos en la ciudad no nos olvidaremos de los maravillosos espíritus de la Naturaleza. Gracias por compartir estas mágicas historias. Salud Zárate desde Santiago de Compostela.

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